Volcán de Izalco |
El Volcán de Izalco es el más joven de los volcanes de El Salvador y uno de los más jóvenes del continente americano. De acuerdo a la versión popular se originó en el año de 1770, cuando un orificio en la falda del Volcán de Santa Ana comenzó a despedir humo y cenizas. Sin embargo, el historiador Jorge Lardé y Larín indica que sus orígenes se remontan al 19 de marzo de 1722 cuando se formó "un nuevo cráter por donde vomitó fuego, lava y cenizas", el cual hizo una importante erupción en 1745.
Por 196 años el volcán hizo erupción casi sin cesar, tanto que sus flamas se veían hasta el océano pacífico, esto dio lugar a que se conociera con el sobrenombre de el Faro del Pacífico. Su actividad era tal que se formó un cono de 650 metros sobre la llanura vecinal (1.952 msnm), con un cráter de 250 metros de diámetro. Su última erupción regular ocurrió en el año 1958, aunque en 1966 despertó de su inactividad con una pequeña erupción lateral; desde entonces se ha notado una disminución gradual en actividad y temperatura de sus fumarolas.
En 1955, para asombrar al viajero con las cronométricas erupciones, se construyó un hotel de montaña en el adyacente Cerro Verde. Cuando se abrieron las puertas de aquel magnífico parador, el bellísimo volcán, ya de 1,830m de altura, dejó de hacer erupción. Y continúa en silencio, hasta la fecha. Este es un recorrido perfecto para quienes quieran hacer un poco de ejercicio en contacto con la naturaleza, aunque también está la alternativa de quedarse disfrutando de las bondades de la flora y el clima del parque nacional Cerro Verde. En la falda del volcán, luego de unos 30 minutos de caminata, llegará a un enorme jardín de girasoles volcánicos de color rojo, los que servirán de aliciente para que se anime a llegar a la cima.
Llegar al cráter del “Faro del Pacífico” le llevará unos 45 minutos, en cuyo recorrido encontrará un sendero con unas 1,500 gradas y sitios de descanso. Durante todo el trayecto disfrutará de la belleza de la naturaleza y el canto de aves como el torogoz. A medida que se asciende, la frescura del aire es más intensa y la vista panorámica cada vez es mejor. Al llegar a la cúspide, encontrará un cráter de 275 m de diámetro y 27 de profundidad que se convertirá en un mirador natural impresionante desde donde podrá observar al Norte, el volcán de Santa Ana, al Sur, una campiña boscosa y al Oeste, las montañas de los países vecinos.
Debe tomar en cuenta que para realizar la caminata al volcán es necesario seguir algunas instrucciones:
· Solicitar un permiso al ISTU al teléfono 222-8000.
· Cancelar $1 por el derecho de la caminata.
· Las caminatas inician a las 11 de la mañana.
· La escalada se hace en grupos, acompañados por un guía y elementos de la policía de turismo.
· No se recomienda el ascenso a personas con problemas cardíacos ni a infantes o personas mayores.
· Es recomendable llevar comida ligera como: semillas, chocolate y suficiente agua.
· Recuerde llevar una bolsa plástica para no tirar la basura en el lugar.
· Use ropa cómoda y zapatos adecuados.
¿CÓMO LLEGAR?
Si viaja en autobús desde la capital, en la terminal de Occidente debe abordar la ruta 205 hasta el desvío de El Congo; ahí espere la ruta 248 que lo llevará hasta el Cerro Verde, donde deberá pagar $1 por el ingreso.
En vehículo, tome la carretera que va a Sonsonate, ahí encontrará el desvío hacia el parque natural. Este recorrido le tomará más o menos una hora 15 minutos, aunque en buena parte del trayecto irá disfrutando de la naturaleza del país como las zonas boscosas y el Lago de Coatepeque.
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